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¡Ay de la tierra que hace sombra con las alas, que está más allá de los ríos de Etiopía;
que envía mensajeros por el mar, en naves de junco sobre las aguas! Id, veloces mensajeros, a la nación dispersada y raída, al pueblo temible desde su principio y después; nación agredida y pisoteada, cuya tierra destruyeron los ríos.
Vosotros, todos los moradores del mundo y habitantes de la tierra, cuando se levante bandera en las montañas, mirad; y cuando se toque trompeta, oíd.
Porque Jehová me dijo así: Reposaré y miraré desde mi morada, como un calor claro sobre la hierba, como una nube de rocío en el calor de la siega.
Porque antes de la siega, cuando el capullo sea perfecto, y la uva agria esté madurando en la flor, cortará las ramitas con podaderas, y quitará y cortará las ramas.
Y serán dejados para las aves de las montañas, y para las bestias de la tierra; sobre ellas tendrán el verano las aves, e invernarán sobre ellas todas las bestias de la tierra.
En aquel tiempo será traído presente a Jehová de los ejércitos, de la nación dispersada y raída, y del pueblo temible desde su principio y después; nación agredida y pisoteada, cuya tierra destruyeron los ríos; al lugar del nombre de Jehová de los ejércitos, al monte de Sión.