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Y ACAECIÓ que, cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas,
Viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomáronse esposas, escogiendo entre todas.
Y dijo el SEÑOR: No conten­derá mi Espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamen­te él es carne: mas serán sus días ciento y veinte años.
Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que entraron los hijos de Dios a las hijas de los hombres, y les engendraron hijos: éstos fueron los valientes que desde la anti­güedad fueron varones de nom­bre.
Y vio DIOS que era mucha la maldad del hombre en la tierra, y que toda imaginación de los pensamientos de su corazón era solamente mala continuamente.
Y arrepintióse el SEÑOR de haber hecho hombre en la tierra, y pesóle en su corazón.
Y dijo el SEÑOR: Raeré los hombres que he creado de sobre la faz de la tierra, desde el hom­bre hasta la bestia, y hasta el rep­til y las aves del cielo: porque me arrepiento de haberlos hecho.
Empero Noé halló gracia en los ojos del SEÑOR.
Éstas son las generaciones de Noé: Noé fue un varón justo y perfecto en sus generaciones; con Dios caminó Noé.
10 Y engendró Noé tres hijos: a Sem, a Cam, y a Jafet.
11 Y corrompióse la tierra delan­te de Dios, y estaba la tierra llena de violencia.
12 Y miró Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; por­que toda carne había corrompido su camino sobre la tierra.
13 Y dijo Dios a Noé: El fin de toda carne ha venido delante de mí; porque la tierra está llena de violencia a causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.
14 Hazte un arca de madera de gofer: harás aposentos en el arca, y la embetunarás con brea por dentro y por fuera.
15 Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchu­ra, y de treinta codos su altura.
16 Una ventana harás al arca, y la acabarás a un codo de elevación por la parte de arriba: y pondrás la puerta del arca a su lado; y le harás piso bajo, segundo y terce­ro.
17 Y yo, he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.
18 Mas estableceré mi pacto contigo, y vendrás en el arca tú, y tus hijos y tu esposa, y las esposas de tus hijos contigo.
19 Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada género mete­rás en el arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán.
20 De las aves según su género, y de las bestias según su género, de todo reptil de la tierra según su género, dos de cada género vend­rán a ti para conservarles la vida.
21 Y toma contigo de toda vian­da que se come, y allégala a ti; servirá de alimento para ti y para ellos.
22 E hízolo así Noé; hizo conforme a todo lo que Dios le mandó.