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Y DÍJOME otra vez el SEÑOR: Ve, ama una mujer amada de su compañero, aunque adúltera, como el amor del SEÑOR para con los hijos de Israel; los cuales miran a dioses ajenos, y aman frascos de vino.
Compréla entonces para mí por quince dineros de plata, y un homer y medio de cebada;
Y díjele: Tú estarás por mía muchos días: no fornicarás, ni tomarás otro varón; así yo también estaré por ti.
Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, y sin príncipe, y sin sacrificio, y sin esta­tua, y sin efod, y sin terafim.
Después volverán los hijos de Israel, y buscarán al SEÑOR su Dios, y a David su rey; y temerán al SEÑOR y a su bondad en el fin de los días.