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Y REASUMIÓ Job su discurso, y dijo:
Como Dios vive, el cual ha apartado mi causa, y el Omnipotente, quien amargó mi alma,
Que todo el tiempo que mi alma estuviere en mí, y hubiere hálito de Dios en mis narices,
Mis labios no hablarán iniqui­dad, ni mi lengua pronunciará engaño.
Nunca tal acontezca que yo os justifique: hasta morir no quitaré de mí mi integridad.
Mi justicia tengo asida, y no la cederé: no me reprochará mi corazón en el tiempo de mi vida.
Sea como el impío mi enemigo, y como el inicuo mi adversa­rio.
Porque ¿cuál es la esperanza del hipócrita, por mucho que hubiere robado, cuando Dios arrebatare su alma?
¿Oirá Dios su clamor cuando la tribulación sobre él viniere?
10 ¿Deleitaráse en el Todopoderoso? ¿Invocará a Dios en todo tiempo?
11 Yo os enseñaré en orden a la mano de Dios: no esconderé lo que hay para con el Todopoderoso.
12 He aquí que todos vosotros lo habéis visto: ¿por qué pues os des­vanecéis con fantasía?
13 Ésta es para con Dios la suer­te del hombre impío, y la heren­cia que los violentos han de reci­bir del Todopoderoso.
14 Si sus hijos fueren multiplica­dos, serán para la espada; y sus pequeños no se hartarán de pan;
15 Los que le quedaren, en muer­te serán sepultados; y no llorarán sus viudas.
16 Si amontonare plata como polvo, y si preparare ropa como lodo;
17 Habrála él preparado, mas el justo se vestirá, y el inocente repartirá la plata.
18 Edificó su casa como la poli­lla, y cual cabaña que el guarda hizo.
19 El rico dormirá, mas no será recogido: abrirá sus ojos, mas él no será.
20 Asirán de él terrores como aguas: torbellino lo arrebatará de noche.
21 Lo antecogerá el solano, y partirá; y tempestad lo arrebatará del lugar suyo.
22  Dios pues descargará sobre él, y no perdonará: hará él por huir de su mano.
23 Batirán sus manos sobre él, y desde su lugar le silbarán.