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Al Músico principal: sobre Neginot: Salmo de David.
OYE, oh Dios, mi clamor; a mi oración atiende.
Desde el cabo de la tierra cla­maré a ti, cuando mi corazón desmayare llévame a la roca más alta que yo.
Porque tú has sido mi refugio, y torre de fortaleza delante del enemigo.
Yo habitaré en tu tabernáculo para siempre: estaré seguro bajo la cubierta de tus alas. Selah.
Porque tú, oh Dios, has oído mis votos, has dado heredad a los que temen tu nombre.
Días sobre días añadirás al rey: sus años serán como generación y generación.
Estará para siempre delante de Dios: misericordia y verdad pre­para que lo conserven.
Así cantaré tu nombre para siempre, pagando mis votos cada día.