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Al Músico principal: Salmo para los hijos de Coré.
FUISTE propicio a tu tierra, oh SEÑOR: volviste la cautividad de Jacob.
Perdonaste la iniquidad de tu pueblo; todos los pecados de ellos cubriste. Selah.
Dejaste toda tu saña: te volvis­te de la ira de tu furor.
Vuélvenos, oh Dios, salvación nuestra, y haz cesar tu ira de sobre nosotros.
¿Estarás enojado contra noso­tros para siempre? ¿Extenderás tu ira de generación en genera­ción?
¿No volverás tú a darnos vida, y tu pueblo se alegrará en ti?
Muéstranos, oh SEÑOR, tu misericordia, y danos tu salvación.
Escucharé lo que hablará DIOS el Señor: porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, para que no se conviertan a la locura.
Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen; para que habite la gloria en nues­tra tierra.
10 La misericordia y la verdad se encontraron: la justicia y la paz se besaron.
11 La verdad brotará de la tierra; y la justicia mirará desde el cie­lo.
12 El SEÑOR dará también el bien; y nuestra tierra dará su fruto.
13 La justicia irá delante de él; y sus pasos pondrá en camino.