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El desierto y la tierra seca celebrarán; el desierto florecerá como el azafrán. ¡Florezcan profusamente, celebren y canten! Se le dará la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y de Sarón. Verán la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios. ¡Haz que las manos débiles se fortalezcan, y haz que las rodillas temblorosas se mantengan firmes! Diles a los que tienen miedo: ¡Sean fuertes! ¡No tengan miedo! Miren que su Dios viene a castigar a sus enemigos, y vendrá con la retribución divina para salvaros.
Cuando eso ocurra, los ciegos verán y los sordos oirán. El cojo saltará como un ciervo y el mudo cantará de alegría. Los manantiales brotarán en el desierto; los arroyos fluirán en el desierto. La tierra seca será como un estanque, la tierra árida como manantiales de agua. En el lugar donde los chacales* que solía vivir, habrá hierba, cañas y juncos.
Allí habrá una carretera, un camino llamadoEl camino de la santidad”. Ningún malvado viajará por ella, sólo los que siguen el Camino. Los necios no irán por allí. En el camino no se encontrarán leones ni otros animales peligrosos: sólo los redimidos caminarán por él. 10 Los que el Señor ha liberado volverán cantando al entrar en Jerusalén, con coronas de alegría eterna. Les invade el agradecimiento y la alegría; la pena y la tristeza simplemente desaparecen.
* 35:7 Los chacales son animales del desierto. 35:8 “Malvado”: Literalmente, “impuro”.