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Para el director del coro. Un salmo de David.
¿Por cuánto tiempo más, Señor, me vas a olvidar? ¿Para siempre? ¿Por cuánto tiempo más te vas a apartar de mí?
¿Qué tan profundo debo caer en la confusión, sintiéndome triste todo el día? ¿Por cuánto tiempo más mi enemigo seguirá siendo victorioso sobre mí?
Considera esto y respóndeme, Señor mi Dios. Regrésame mi fuerza* porque de otro modo moriré.
Y mi enemigo dirá, “¡Lo derroté!” y mis oponentes celebrarán mi caída.
Pero confío en tu amor inquebrantable, y que estaré feliz porque me salvaste.
¡Cantaré al Señor, por cuanto Él me ha tratado con tanta generosidad!
* 13:3 Literalmente: “da luz a mis ojos”. Los ojos brillantes se consideraban un signo de buena salud.