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Para el director del coro. Sobre el Gitit. Un salmo de David.
¡Señor, nuestro Señor, tu majestoso nombre* llena toda la tierra! Tu majestad es más grande que los cielos,
y lo cantan las voces de los niños. Tu fuerza sobrepasa a tus oponentes, y silencias al enemigo y al vengador.
Cuando contemplo los cielos que hicieron tus manos, la luna y las estrellas que en él pusiste,
¿Qué son los seres humanos para que pienses en ellos? ¿Qué somos las personas para que cuides de nosotros?
Los creaste un poco menores que Dios, coronándoles de gloria y majestad.
Los pusiste a cargo de toda tu creación, dándoles autoridad sobre todo:
sobre las ovejas, sobre el ganado, sobre los animales del campo,
sobre las aves del cielo, y los peces del mar, así como sobre todo lo que nada en el océano.
Señor, nuestro Señor, tu majestuoso nombre llena toda la tierra.
* 8:1 Literalmente, «nombre». En hebreo el nombre de una persona era una descripción de su reputación o carácter. 8:5 “Dios”, “los ángeles” o, “seres celestiales”. La palabra usada aquí es “elohim”, uno de los nombres comunes de Dios.